Siéntese e imagine -estimado lector- la siguiente situación:
-Se confecciona usted mismo una libreta. Selecciona los papeles que serán sus páginas, el color de la cubierta, y su material. Luego procede a encuadernar las páginas hasta que en sus manos obtiene una libreta no más grande que su mano extendida.
- Ahora, se le asigna a usted una responsabilidad: Debe decidir cómo abordar aquella libreta.
El proyecto de mediación Libretas en reparaciones circulares a cargo de Renata Sagredo (taller la veta) se plantea como un lugar de encuentro en donde diversas artistas -de la IV región de Chile, Valparaíso- que se encuentren vinculadas con la gráfica, se reúnen para llevar a cabo este proyecto colaborativo. Esta es una actividad de mediación que tuvo una duración de un año, en el que las artistas fabricaron sus libretas y luego se vieron enfrentadas a cada una de sus páginas de manera individual.
La experiencia en este proyecto es fundamental, me refiero a que desde este ejercicio de mediación se genera la potencia necesaria para obtener el conocimiento sensible que significa ver deseos, pulsiones e ideas trazadas en el papel. Ahora bien, lo anterior puede sonar como un gran manojo de palabras dulzonas y hasta cierto punto, sí. Lo son. Empero es útil para llegar a la pregunta del porqué enfrentarse a las hojas de una libreta -más si es fabricada por el sujeto mismo que trazará en sus páginas- resulta una tarea intimidante.
La libreta es herramienta y compañía de cualquier artista, puede ser improvisada o específica para algún propósito, esto ha sido así desde siglos, desde Da Vinci que guardaba en sus libretas sus dibujos, apuntes, sus ideas y observaciones a Richard Serra, cuyas esculturas gigantes comenzaban en un sketchbook. La libreta está atravesada por una vasta historia y por todo un imaginario que le es propio, y en ello surge una paleta de decisiones a tomar estando frente a ella.
Desde esta última perspectiva, la libreta puede volverse un objeto secundario parte del proceso de producción de obra -no obstante- al reconocerle agencia, la Libreta se aleja de la herramienta de apoyo y deviene ahora, un objeto que es en sí mismo la expresión de imaginarios y sensibilidades de modo que sus páginas nunca están en blanco, desde el momento en que es configurada ya está siendo atravesada por pensamientos, proyecciones, dudas e ideas.
Por otro lado, tenemos el que este sea un acto colaborativo, si bien cada una de las artistas tiene su propia libreta, como proyecto es algo que se gestó en conjunto sin tener como finalidad una competencia ni mucho menos proponer algún tipo de orden o jerarquía en ello. Así entonces, el proyecto Libreta es un ejercicio que se focaliza en la experiencia misma de dejarse atravesar por la agencia de estos objetos, tanto como cada una de las participantes (si es que, autoras) atraviesa a la libreta, y además -me atrevo a mencionar- que es un acto de desobediencia dentro del circuito, porque no tiene como finalidad una exposición, o demostrar algún don digno del genio que después concluya en una gran obra. Sino que se concentra sólo en la experiencia y el acto de ser con una libreta sin proponer una suerte de enfrentamiento entre quienes conforman el proyecto.
Quizás aquello responde a que no se puede realmente jerarquizar algo como lo es la sensibilidad o el conocimiento sensible, sólo pueden ser otorgadas las herramientas para acceder a ese conocimiento y es algo que posee un tiempo fuera del cotidiano acelerado que hoy nos atraviesa.
Considero a Libretas un ejercicio de mediación que responde a la condición anestética contemporánea, se prioriza el acceso a lo sensible por sobre el objeto terminado y listo para ser expuesto. Es intimidante abordar este objeto porque es atravesado por esa condición anestética tanto como quién nosotros sujetos, dicho de otro modo, permite acceder a una parte suspendida del acto creativo, muchas veces pasada por alto en pos de articular un objeto que provoque gran impresión por un corto período. Lo que se está mediando entonces en Libretas es la oportunidad de acceder a una manera de conocer el mundo, desde la sensibilidad, independiente de si se relacionen con un objeto artístico.
Eso es crear resistencia.
Fernanda Ramírez-Becerra
Lic. Arte PUC
Lic. Estética PUC.
Comments