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  • Fernanda Máxima Ramírez

Experiencia Intraborg: Habitar siendo aparato.

El habitar físico de un lugar se ha visto reducido significativamente. Aparentemente lo que se habita en la dimensión física es solo la casa. Con todo aquello, la mente siempre encuentra la forma de habitar otros espacios no físicos y sobre ellos proyecta recuerdos, decisiones, deseos. No obstante, lo anterior no es tan así.

Si bien estas proyecciones son muchas veces individuales e intransferibles, no reducen necesariamente la posibilidad de habitar con otrxs, puesto que aparatos y dispositivos tecnológicos han afectado de manera indiscutible los hábitos de todxs, es solamente natural que el cómo nos relacionamos y los gestos que producimos sufran transformaciones.


¿Puede un ser humanx ser un aparato estético y formar desde allí una sensibilidad trans/formada con otrxs? Sabemos que como seres de instinto gregario necesitamos vivir agrupados aunque en estas condiciones se requiere de intermediarios para ello, por esa razón es que aparece el ser humanx configurado técnicamente como aparato estético, donde se arma a sí mismo como acontecimiento cada vez que proyecte sus vivencias y subjetividad sensible en cualquier artefacto tecnológico. A la vez, dichos artefactos se proyectan sobre el sujeto de la misma forma. Es decir, dicho artefacto ya no es un intermediario, sino que un continuum, un ser con.


Este aparato tiene la potencia de crear (porque toda la materia es potencia creadora y transformadora) nuevas condiciones de temporalidad y de espacio que existen hoy sin tener que descartar las anteriores a su época. Con el surgimiento del ser-aparato y concepto tecnología me refiero a la eclosión de innovaciones técnicas de la mirada, de habla, de escucha y de sensibilidades que son posibles de materializar en el espacio físico gracias a la materialidad de objetos como es un laptop, un celular, una cámara. Cada vez que se descarga y ejecuta una app -por ejemplo- sus comandos e interfaz quedan instaladas prontamente en nuestro sistema a modo de irrupción en el ámbito de la experiencia cotidiana.




Si de habitar otro espacios no-físicos hablamos, entonces -teniendo en cuenta lo anterior más que habitar en otros espacios, es mucho más apropiado referirse habitar con otros espacios no-físicos que permiten nuevas experiencias cotidianas sensibles, las cuales, nos atraviesan tanto como nosotros a ellas. Por ende, declarar que es “la mente” que proyecta sobre una superficie intangible recuerdos, vivencias o deseos y las lanza a pérdida en un espacio no-físico no es realmente idóneo.






En este punto, pienso que este es un problema que involucra materia y sensibilidad, ¿cómo nuestro hábitos se han visto afectados por estas intra-acciones (Barad, 2003) con los otros espacios no-físicos tecnológicos? ¿con otrxs con lxs que interactuamos inscritos en esta temporalidad nueva ?.

La noción de intra-acción de Karen Barad aparece como un concepto oportuno ya que involucra múltiples heterogeneidades que se afectan desde todas sus aristas dimensionales, sin jerarquías ni causas lineales. Sólo ensambles ocurriendo y acontecimientos co-emergiendo, y que sin embargo se pueden direccionar. Allí es donde el trabajo de los artistas es privilegiado, por la capacidad de producir gestos y lenguaje contemporáneos al aparato-sujeto se deja atravesar por las transformaciones técnico-sensibles que han ocurrido en esta época.




Ahora, un aparato en su afección deja ciertas consecuencias -por ejemplo- en el caso del museo como aparato estético, lo que trae consigo es la suspensión de experienciar ciertas facultades de la obra para favorecer su contemplación. El aparato que aparece ahora (hoy) es el aparato-sujeto o INTRABORG ( porque co emerge de entre medio de una red de afectividades heterogéneas) materializa en su acontecer, la suspensión momentánea de ciertas facultades físico-sensibles para favorecer su expansión hacia una noción múltiple y una nueva experiencia de profundidad, de autenticidad donde el Intraborg se experiencia a sí mismo simultáneamente desde otras interfaces.



Sin embargo, todo este desarrollo deja entrever consigo una advertencia: quizás le estamos otorgando demasiada importancia o prioridad a los objetos técnicos por sobre la experiencia humana, que pareciera ser incómoda, traumática e insegura.


Un poco como si Donna Haraway, Rossi Braidotti y Jean-Louise Déotte hubiesen quedado en aislamiento todos juntos y decidido crear el Alternate Reality Game más malvado e intrincado de la contemporaneidad en el cual , a diferencia de otro tipo de juegos, aquí no se recurre a un alter ego: el usuario es él mismo en todo momento. No hay escenarios artificiales ni una duración definida: el mundo real es el escenario y la historia se desarrolla durante un plazo indeterminado, introduciéndose en la vida cotidiana.




Barad, Karen. “Posthumanist Performativity: Toward an Understanding of How Matter Comes to Matter.Signs, vol. 28, no. 3, 2003, pp. 801–831. JSTOR, JSTOR, www.jstor.org/stable/10.1086/345321. Archivo pdf.


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