El día viernes 29/05 se inauguró a las 19:00 la muestra “No lo utilizamos” del MAC - Museo de Arte Contemporáneo (Chile) , en su plataforma virtual. La muestra comienza con un plano interactivo de la planta baja del MAC de Parque Forestal (igual lo utilizaron), donde se alojan virtualmente las piezas de la muestra. Como el simulacro de un recorrido por el museo. Un Museoemulador.
Se especifica en el texto curatorial que la muestra se titula de esa manera porque los artistas convocados (nacionales e internacionales) suelen trabajar haciendo instalaciones, esculturas y obras in situ -en fin- usan el espacio como materia de producción de obra, deben prescindir de este y así dar un vuelco a sus procesos creativos para explorar su trabajo desde el video y la fotografía.
Las obras abordan temáticas como aspectos de la vida cotidiana o aproximaciones del mismo hacer artístico desde una mirada absurda y sin complicaciones. O tal como dice el texto curatorial, son piezas cuyo hilo conductor “es el interés por mostrar algo de una forma que sea viable y que sea simple, tanto en su ejecución como en su visibilización”.
Dicho aquello, el brillo de No lo utilizamos estaba puesto en el "cómo" está articulada la muestra y cómo se le hace llegar al espectador/usuario, porque estas obras bien pueden ser exhibidas en una vídeo instalación. Por un lado, el formato de la muestra es interesante en la medida en que asoma pequeñas luces de no querer ser un muestrario estéril de obras audiovisuales -al menos no en su totalidad- sino que comienza a mostrar cierto intención de que exista comunicación entre espectador y la exhibición.
De igual manera que se trate de una muestra principalmente audiovisual y el hecho de que ocurra en una interfaz interactiva, brinda un poco de libertad a quién está detrás de la pantalla para hacer su propio recorrido en el espacio virtual, habla de un interés por involucrar al espectador/usuario.
Por otro lado, No lo utilizamos no es interesante porque realmente no pone el brillo justamente en el cómo, y el discurso de hacerlo viable y simple llega con un gusto a "no quisimos ir más allá porque suena complicado". Realmente está más cerca del muestrario estéril de obras audiovisuales. Quizás es porque se trate del MAC y no de otro espacio de proyectos artísticos no hegemónico, se huele un dejo de recelo a dejar la zona de comodidad.
Ahora, en esta misma línea, sería interesante ver piezas coherentes con la intención de la exhibición y allí quisiera destacar dos obras: L´oiseau rebelle / Panaro, rebelde (2020) de Lotte Lindner & Till Steinbrenner y Hombre del concreto (2020) de John Bock. La primera porque toma el formato de un tutorial, interpelando directamente al espectador/usuario para crear un objeto, ya que una vez terminado el video se nos entrega un archivo pdf descargable para imprimir el objeto que se ha manufacturado en el video, con la firma de los artistas en el archivo para impresión.
La segunda obra, El hombre de concreto de John Bock toma el formato de un documental/entrevista a un albañil (?) o hacedor de casas y paredes (no para él, sino que para otras personas), que mucho tiene que ver con el hacer del artista en su taller y sus procesos de producción. Al final de su monólogo se dirige directamente a la cámara para cuestionar los medios digitales, y que él como artista sigue allí, haciendo.
El recurso performático de su obra es lo que hace finalmente que el espectador/usuario se vea con lo que acontece frente a sus ojos, recurso que está presente también en Panaro, rebelde, aunque manifestada de distinto modo y es en este recurso que se carga la posibilidad de fuga, de apertura hacia nuevas líneas de creación sea de obra, sea de exposición.
Si el arte no circula -al igual que la sangre, al igual que el dinero- se vicia, se pudre y los espacios hegemónicos de arte han intentado, aunque sin entregarse completamente a la experimentación, adaptarse a nuevas maneras de exhibición, de hacer que el arte siga moviéndose. No obstante, esto no es una carrera, porque no hay una fórmula perfecta (menos mal) ni un objetivo fijo, sino más bien se trata de un período donde la autogestión y los espacios independientes de desarrollo de proyectos artísticos tienen mucho que decir y nada que perder a la hora de crear redes de procesos creativos, oportunidad que la hegemonía mira de lejos, con sus presentaciones ppt que coquetean con el más grandioso de los tedios.
El ejercicio que MAC realiza con No Lo Utilizamos, contiene la intención de hacer cosas desde un punto de vista diferente, intención que viene del carácter absurdo de las obras que se exhiben, un poco desde la sensibilidad del juego y la noción liviana de no-tomarse-tan-en-serio, a pesar de ser un espacio hegemónico. Intención que queda en eso, una intención.
Ahora,en este punto pueden plantearse una cuantas preguntas : ¿Cómo muta ahora el hacer de los trabajadores de la cultura y las artes ante el contexto actual? Porque No lo Utilizamos es un ejercicio que pudo haber sido más en cuanto a curatoría, me refiero a la activación de la plataforma virtual más allá de una botonera interactiva. ¿Qué resultaría del pensar muestras como No lo Utilizamos sin utilizar un espacio hegemónico aunque sea simulado? ¿Cómo resolver el uso de las plataformas para que el arte continúe su circulación manteniendo su autenticidad?
Estos cuestionamientos no van únicamente dirigidas a museos y galerías dentro del espacio del campo del arte,sino que también a colectivos emergentes, escuelas de arte, a gestores y curadores independientes, a ferias de arte consagradas.
Son preguntas que por ahora no pueden responderse desde un escrito, sino que desde el hacer, desde la experimentación y la mirada curiosa. Nunca desde un lugar seguro.