Como sujetos estamos inscritos, o mejor dicho, somos parte integral de una red afectivo-relacional en la que se ensamblan múltiples heterogeneidades simultáneamente y ver las cosas del mundo desde esta perspectiva significa inmediatamente crear tensión a cualquier paradigma tradicional de la identidad. La razón es que no existen dos sujetos que están siendo atravesados por los mismos flujos o por las mismas narrativas, objetos, infraestructuras desde todas y cada una de sus aristas al mismo tiempo.
Con todo lo anterior, es verdad que, cada uno de nosotros nacemos en una ubicación o coordenadas histórico-políticas de las cuales tenemos que aprender y hacernos cargo, coordenadas que también nos atraviesan pero ya no como individuos solamente, sino que como sociedades. Son aquellos los discursos, los y narrativas heredadas los que muchas veces nos incomodan, no existen ni calzan -o de frentón- nos avergüenzan. La razón se halla en que estas identidades o narrativas son despreciadas, consideradas traumáticas o indeseables ante los ojos del poder hegemónico.
Pero allí están.
Dicho lo anterior, este es un comentario de dos trabajos que son conscientes de esta red que los atraviesa y de su condición de agencia afectivo relacional en su interior. Me refiero a Ko ñi weychan (2020) de Sebastián Calfuqueo y el proyecto Antes del Olvido (2019-?), ambos trabajos tensionan la idea de narración tradicional o hegemónica de una sociedad en al interior de unas coordenadas históricas determinadas, desde un movimiento estético-político.
La exposición Ko ñi weychan (Luchas del agua) de Sebastián Calfuqueo se vale de la video performance, su cuerpo y objetos en cerámica para materializar el vínculo histórico/cultural del pueblo mapuche y el agua. Ko traducido desde el mapuzungun como “agua”, comprendida como un territorio político, con potencia en sí misma y que con esa fuerza atraviesa gran parte ,si no es que todo, el Wallmapu.
Desde allí, se arma una narrativa desde la subjetividad de su propio cuerpo, que deviene topografía y colectividad pueblo Mapuche, atravesada por el agua y extraccionismo a manos del capitalismo despiadado.
Esta historia del pueblo Mapuche no existe en los relatos hegemónicos, pero sí desde el gesto estético que Calfuqueo realiza en Ko ñi weychan, y por la misma razón es -a su vez- absolutamente político.
Por ello es de suma importancia las narrativas expresadas por la diversidad de materialidades que confluyen y se ensamblan en el trabajo de Calfuqueo, ya que se hacen cargo de articular un presente que deviene historia mediante una reflexión -o mapeo si se quiere- afectivotopográficorporal desde donde se tensiona un presente y levanta una identidad y una crítica que no existe desde los documentos y archivos oficiales.
Muy distinto, el proyecto Antes del Olvido, inicia en el contexto de la Primavera chilena (octubre 2019) con una serie de talleres colectivos abiertos para crear modelos 3D con el recurso de la fotogrametría, de los monumentos, calles, murallas y hasta manifestaciones completas durante dicho período. El nombre del proyecto es más que acertado porque manifiesta desde el comienzo una consciencia de cómo se narra la historia de un pueblo, de un país y de lo fácil que es hacer desaparecer acontecimientos completos sólo con el hecho de no narrarlos. Quizás en unas décadas más tendremos nuevos monumentos y las fachadas no tendrán rayados ni carteles, pero Antes del Olvido se encarga de crear un archivo de libre acceso para que justamente, la Primavera chilena no sea olvidada, para que existan ahora y en el tiempo. para que exista también en las narrativas de generaciones futuras desde una perspectiva desde la noción del modelado que apunta -precisamente- a que un presente, una historia y la identidad son modelados, no consensos rígidos.
Convengamos ahora, que es apropiado referirse a ambos trabajos más bien como Acontecimientos, ya que tienen que ensamblarse múltiples elementos o (f)actores, para que ambos se materialicen en determinadas coordenadas. Entonces, por una parte, los dos Acontecimientos tienen consciencia de que las historias e identidades de un pueblo o nación no la hace solamente la gente, sino que también, las influencias del poder hegemónico. Distinto es construir una ficción, porque si eso es lo que se quiere, se puede pasar por alto subjetividades, narraciones individuales y corporalidades diversas, para quedarnos con los monumentos inertes, con el relato impuesto.
Ahora, Ko ñi weychan y Antes del olvido tienen en común que saben que están siendo con un lugar y un tiempo determinado en la historia y por ello pueden tensionar aquella posición. Cuando los pasados están difusos o corren peligro de ser eliminados, sólo quedan presentes confundidos y futuros imposibles. En consecuencia, son otros (con más poder en la jerarquía hegemónica) los que deciden quién es el otro y cuáles son sus relatos.
Para Ko ñi weychan; cómo afecta a los cuerpos o a la identidad colectiva de un pueblo el barrido violento de un territorio completo? de una potencia primaria como es el agua?
Para Antes del Olvido; ¿Qué les sucede a las sociedades una vez se cambia el curso de su historia?
Ahora bien, pienso en ambos Acontecimientos como un ajuste de cuentas estético-político, puesto que son en sí mismos la expresión de estrategias materiales y sensibles que critican duramente la manera en que se manejan los paradigmas tradicionales de identidad -sea nacional o individual- y para ello, ensamblan (f)actores que fueron o corren peligro de ser eliminados.
En las sociedades hedonistas e hípercapitalistas como la nuestra -donde falta enunciado, donde falta lenguaje y las subalternidad se ha construido a punta de violencias y negaciones. Son los gestos sensibles los que narran y cambian el curso de la historia, aunque sea dejando planteadas las preguntas para los que vendrán después.